Costa Rica cumplió este miércoles dos semanas de protestas de grupos sociales y sindicales en contra de un eventual acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de nuevos impuestos, mientras que la conformación de una mesa de diálogo intersectorial sigue tratando de gestarse.
Las protestas, organizadas por el llamado Movimiento Rescate Nacional, mantenían este miércoles 10 puntos de carreteras bloqueadas en el sur, incluida la frontera con Panamá, y en el norte del país, de acuerdo con un informe oficial.
El Ministerio de Seguridad informó que este día se presentó un enfrentamiento entre la Policía y un grupo de personas que bloquearon una vía en Upala, provincia de Alajuela (norte), en donde los manifestantes dispararon contra los oficiales, quienes repelieron el ataque con gases.
Hay un manifestante herido de bala, pero no está claro de dónde provino el disparo, según las autoridades.
Por su parte, grupos sindicales realizaron una manifestación pacífica en la que exigieron descartar proyectos de ley que afectan a los trabajadores, como por ejemplo uno que flexibiliza las jornadas laborales y otro que pretende crear un salario global para el sector público.
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LA COMPLEJA CONFORMACIÓN DE UNA MESA DE DIÁLOGO
El pasado domingo, el presidente del país, Carlos Alvarado, y el presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, convocaron a un proceso de diálogo multisectorial que contará con el Programa Estado de la Nación (PEN), del Consejo Nacional de Rectores de las universidades públicas, como facilitador del diálogo.
El director del PEN y facilitador del proceso, Jorge Vagas Cullel, dijo a Efe que la iniciativa "va bien" y que "está viva", pero recordó que los sectores tienen tiempo hasta el jueves para confirmar su participación.
"Veremos si en Costa Rica tenemos los recursos de diálogo democrático y cultura política para, a pesar de nuestras diferencias y sospechas, vernos las caras y tener un diálogo civilizado y transparente sobre los asuntos que conciernen a todos", expresó Vargas.
La mesa multisectorial está compuesta por 29 espacios con participación de sindicatos, empresarios, grupos sociales, Gobierno, municipios, así como cuartos adjuntos de diputados y equipos técnicos.
La mesa discutirá el tema fiscal y la deuda, y buscará propuestas que aporten a la solución de los problemas en ese sentido.
Según las proyecciones oficiales, Costa Rica cerrará 2020 con un déficit fiscal del 9 % del producto interno bruto (PIB), una deuda del 70 % del PIB y una caída del 5 % en su economía, números deteriorados por la pandemia de la COVID-19.
En las últimas horas, sindicatos y empresarios han expresado críticas al proceso por la cantidad de sillas que le corresponde a cada sector.
Vargas afirmó que eso no es importante, pues la metodología evita que a cualquier participante "le pasen la aplanadora por encima".
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MANIFESTANTES Y GOBIERNO, SIN ACERCAMIENTO
Tras dos semanas de protestas y varios episodios de violencia, el Gobierno no ha establecido un diálogo con el Movimiento Rescate Nacional, al que le exige levantar los bloqueos como requisito.
El dirigente de ese movimiento, el exdiputado Célimo Guido, ha dicho que está dispuesto a negociar, pero exige al Gobierno que deje de intervenir con la Policía, que se abra una mesa bilateral antes de una multisectorial, y que el presidente Alvarado se comprometa a no acudir al FMI, a no subir impuestos y a no vender activos estatales en lo que resta de su mandato, que concluye en mayo de 2022.
Las protestas comenzaron el 30 de septiembre en rechazo a la intención del Gobierno de negociar un acuerdo con el FMI por 1.750 millones de dólares, que incluía una subida de impuestos y la venta del Banco Internacional de Costa Rica y la Fábrica Nacional de Licores.
El 4 de octubre, Alvarado retiró de la discusión la propuesta, ya que no contaba con el apoyo político necesario y anunció la apertura del proceso de diálogo multisectorial, pero las protestas han permanecido, aunque debilitadas desde el jueves pasado tras la salida del hasta entonces principal dirigente, el excandidato presidencial y exdiputado José Miguel Corrales.
Corrales pidió ese día el levantamiento de los bloqueos al denunciar la infiltración de grupos delictivos en las protestas.